María Magdalena Revelada: La primera apóstol, su evenagelio feminista y el cristianismo que aun no hemos experimentado (Spanish Edition)
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María Magdalena Revelada: La primera apóstol, su evenagelio feminista y el cristianismo que aun no hemos experimentado (Spanish Edition)

Estas son las mismas siete potestades o «demonios» que el papa Gregorio proclamó en el siglo VI durante su 33.ª homilía para demostrar que María era una «pecadora». En mi opinión, en vez de probar lo bajo que había «caído», en realidad los siete «demonios» representan una prueba de todo lo que ella había superado.
Cuando Cristo dice: «Porque donde está el intelecto, está el tesoro», la palabra para referirse al intelecto es nous. Y este es el tesoro, porque es nuestro enlace directo con una experiencia del amor, de Dios, o del Bien, que está aquí mismo, en este cuerpo. Y ese retorno al amor es lo que nos libera de las siete potestades que nos mantienen
... See moreCuanto más asciende el alma, cuanto más resurge en esta vida, más amor hay dentro de nosotros.
en el año 431 d. C., María fue declarada Theotokos, la Portadora de Dios, o para decirlo más simplemente, la Madre de Dios. Por lo tanto, más adelante fue declarada inmaculada, la que siempre fue virgen.
Nosotros no deseamos olvidar, pero tampoco equivocarnos (que es la forma en que se traduce del griego la palabra correspondiente a pecado) creyendo que tanto nosotros como los demás somos solamente este cuerpo. Somos este cuerpo, claro que sí, y además toda la furiosa humanidad que él demanda. Y también somos esta alma. Somos ambos.
la primera traición se produce cada vez que decides permanecer en silencio en vez de expresar lo que escuchas en tu corazón.
El pecado no es inherente al ser humano; no nacemos pecadores. En María 3: 3 Cristo dice: «No existe el pecado».
«Cada naturaleza, cada forma modelada, cada criatura existe en y con las demás». Así es como empieza el Evangelio de María después de esas primeras páginas que faltan, y no estoy segura de que alguna vez haya existido una forma más elocuente de describir el amor.
El problema es que la ira del ego, aunque sea justa, también puede levantar algunos muros en mi corazón. Y esto no hiere a la persona que me ha hecho daño. Me bloquea a mí, me aparta del flujo del universo. Me desconecta de todo lo que significa estar verdaderamente viva, dar y recibir amor.