EVA (Concentrándose como para hacer cuentas.): Si yo como esa manzana… SERPIENTE: Habrás demostrado una cosa: que eres libre. Ahora bien, la libertad vale mucho. Pero cuesta mucho más.

Lupita encarna el arquetipo de la mujer mexicana: sufrida, abnegada, devota.

quien hace un muerto, hace ciento.

Como ves, no hay felicidad comparable a la de ser madre, Lupita. Aunque te cueste, como en muchos casos, la vida. Y siempre, la juventud y la belleza. Ah, pero ser madre… ser madre…

JUAN: Naturalmente. ¿Qué podría impedírmelo? Tengo la fuerza y tengo el derecho. Además, tú me juraste obediencia ante un altar.

contra la abnegación de las madres; contra la virtud de las esposas; contra la castidad de las novias; es decir, contra nuestros atributos proverbiales, atributos en los que se fincan nuestras instituciones más sólidas: la familia, la religión, la patria.

la medida más segura, lo he sostenido siempre, es mantener al pueblo en la ignorancia. Si usted fuera tan celoso de su rebaño como yo lo soy del mío, no tendríamos estos dolores de cabeza.

Somos unas esclavas del salón de belleza, de los tubos y las anchoas, de la pintura para el pelo, de las mascarillas de lodo rejuvenecedor y de la dieta de calorías y… SEÑORA 3: ¡Vamos a luchar por una sociedad sin maquillaje! LUPITA: ¿A qué hombre agradaríamos así? SEÑORA 4: ¿Se trata de agradar siempre a los hombres?

Porque no vas a ser distinta de lo que fui yo. Como yo no fui distinta de mi madre. Ni mi madre distinta de mi abuela.