Deshaciendo errores: Kahneman, Tversky y la amistad que nos enseñó cómo funciona la mente (Spanish Edition)
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Deshaciendo errores: Kahneman, Tversky y la amistad que nos enseñó cómo funciona la mente (Spanish Edition)
Las mentes adultas tendían demasiado al autoengaño. Las de los niños, no obstante, eran otra cosa.
El atractivo del conductismo yacía en que la ciencia era transparente: se podían observar los estímulos y se podían registrar las respuestas. Parecía «objetiva». No se basaba en que uno le dijera a otro lo que pensaba o sentía. Todo lo importante era observable y medible.
La apuesta Samuelson se llama así en honor de Paul Samuelson, el economista que la había ideado. Tal y como explicó Amos, cuando a la gente se le ofrece una sola apuesta en la que tiene un 50 por ciento de probabilidades de ganar ciento cincuenta dólares o perder cien, por lo general no la acepta. Pero si ofreces a esas mismas personas la posibilid
... See moreeste fue el comienzo de algo que se repetiría en su vida: aferrarse con gran entusiasmo a una idea o ambición solo para abandonarla decepcionado. «Siempre me ha parecido que hay ideas a montones —decía—. Si has tenido una que no funciona, no debes empeñarte demasiado en mantenerla; simplemente, busca otra.»
Su primer trabajo publicado —que ellos consideraban casi una broma al mundo académico— había demostrado que una persona que se enfrenta a un problema que tiene una respuesta estadísticamente correcta no piensa como los estadísticos. Ni siquiera ellos pensaban como tales. «Belief in Law of Small Numbers» había planteado una cuestión que resultaba ob
... See moreLo importante era que el que juzgaba debía guardarse sus opiniones privadas para sí mismo. La cuestión no era «¿Qué opino de él?», sino «¿Qué ha hecho?».
Su teoría explicaba todo tipo de cosas que la utilidad esperada no podía explicar. Pero implicaba, algo que la teoría de la utilidad no había hecho, que era tan fácil conseguir que la gente asumiera riesgos como que los evitaran. Lo único que había que hacer era ofrecerles una elección que implicara una pérdida. En los más de doscientos años que ha
... See moreTambién los sesgos iban a recibir pronto nombres propios, como el «sesgo de experiencia reciente» y el «sesgo de impacto».
Cuando le decías a los pacientes que tenían un 90 por ciento de probabilidades de sobrevivir a la cirugía, un 82 por ciento de ellos optaba por la cirugía. Pero cuando les decías que tenían un 10 por ciento de probabilidades de morir en la operación —que por supuesto era una manera diferente de expresar las mismas probabilidades—, solo el 54 por ci
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