Sublime
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Odilia Palomo de Castillo Armas posaba de muy católica y tenía el apoyo del arzobispo y los curas, que ahora lo controlaban todo. La tal Odilia era una fierecilla. Defendía con uñas y dientes los que creía sus derechos. Martita se rio con la cara pegada contra la almohada de plumas. Había una guerra civil por aquello en Guatemala entre los partidar
... See moreMario Vargas Llosa • Tiempos recios (Spanish Edition)
Soy la hija del doctor Arturo Borrero Lamas y la mujer del doctor Efrén García Ardiles, dos amigos del Presidente.
Mario Vargas Llosa • Tiempos recios (Spanish Edition)
Mucho se criticaría en el futuro a María Cristina por haber frecuentado, cuando vinieron a Guatemala, a dos extranjeras con fama de comunistas: la chilena Virginia Bravo Letelier, que sería luego…
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Mario Vargas Llosa • Tiempos recios (Spanish Edition)
Árbenz no dio su brazo a torcer: «Debemos escuchar todas las opiniones, a favor y en contra. Las críticas nos ayudarán a mejorarla».
Mario Vargas Llosa • Tiempos recios (Spanish Edition)
Three months later, on February 23, 1936, Police Chief Riggs was assassinated on his way to El Escambrón. The two Nationalists who shot him, Hiram Rosado and Elías Beauchamp, were arrested, beaten for an hour, then executed in a San Juan police station.
Nelson Denis • War Against All Puerto Ricans
era un hecho que la principal división que existía en el gobierno era —¡cosa increíble!— entre los partidarios de la esposa legítima, doña Odilia Palomo, y la amante.
Mario Vargas Llosa • Tiempos recios (Spanish Edition)
La Mordaza / The Gag Law: The Attempt to Crush the Independence Movement in Puerto Rico (1948-1957)
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In 1913, Pedro Albizu Campos became the first Puerto Rican to be admitted to Harvard College.
Nelson Denis • War Against All Puerto Ricans
Tydings could sponsor a bill allowing Puerto Rico to elect her own governor, and Riggs could ensure that Albizu got the job. In exchange, Albizu would back down and let Riggs take care of the strike. If Albizu refused the deal, Riggs would take the offer to Muñoz Marín. Albizu rose slowly, thanked Riggs for lunch, and told him Puerto Rico was not f
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