La vida de Santa Teresa de Jesús (Arcaduz nº 15) (Spanish Edition)

«(Dios) quiere que queramos la verdad, nosotros queremos la mentira; quiere que queramos lo eterno, acá nos inclinamos a lo que se acaba; quiere que queramos cosas grandes y subidas, acá queremos bajas y de tierra; querría que quisiéramos solo lo seguro, acá amamos lo dudoso»[8].

La oración vocal es una petición que damos o enviamos a Dios, en la cual le demandamos lo que de Él hemos menester…». «La segunda manera de orar es cuando dentro de nuestro corazón, sin pronunciar por la boca palabras vocalmente, solo nuestro corazón habla con el Señor…». «La tercera manera de oración se dice mental o espiritual, con que se alza lo

«Nada te turbe, nada te espante; todo se pasa, Dios no se muda. La paciencia todo lo alcanza; quien a Dios tiene nada le falta. Solo Dios basta»[12]. La

«La humildad es andar en verdad»[29], dice. Esa verdad es grandiosa: ciertamente, no somos nada, pero Dios habita en nosotros y Dios es todo. «Somos peores que bestias, pues no entendemos la gran dignidad de nuestra alma, y cómo la apocamos en cosas tan apocadas como son las de la tierra»[30]

La soledad, por el contrario, engendra silencio, el silencio la concentración, la concentración la fuerza interior; fuerza por el amor, fuerza para la felicidad; no para la autocomplacencia o el propio interés, sino para el bien del mundo. El despertar en ella de la necesidad de acción se manifiesta en deseo de hacer apostolado.

los Reyes Católicos, abrieron el ataúd, un hedor

Representación imaginaria de los misterios que se quieren contemplar. 2º Consideración intelectual de esos mismos misterios. 3º Reposo amoroso y atento a Dios para recoger el fruto, lo cual abre a la iluminación divina la puerta del entendimiento. Del conocimiento natural se pasa al sobrenatural cuando el alma se coloca en situación de reposo, amor

penitencia, y se consideró incapaz de hacer lo

Y es que el servicio de Dios, como el genio, es para ella «una atención continua puesta en los pormenores»[26].