El cuerpo requiere de alimento y de ejercicio. De la misma forma, el espíritu debe ser alimentado. ¿De qué se alimenta el espíritu? De impresiones y de experiencias, que le dan forma, y de actos de voluntad, que le conceden temple. Pero como este alimento es sutil y difícil de ver, frecuentemente es ignorado y despreciado.

La Pareidolia es un caso específico de Apofenia: es cuando vemos imágenes significativas en lugares al azar.

Seguramente la historia es apócrifa, pero una historia no necesita ser verdadera, sino solo verosímil, para comunicarnos su punto.

muestra de esta moderna terquedad por no saber ni querer saber.

La Apofenia no es solo un caso de error involuntario. Siendo una condición intrínseca del cerebro, que quiere encontrar patrones significativos en todos lados, es un fenómeno que se presta al abuso.

“El primer paso de la ignorancia es presumir de saber.”

Un hombre desde luego rehusará un alimento descompuesto, y se tapará la nariz y la boca si pasa por un lugar de olores infectos. Y sin embargo no desdeña participar en actos vergonzosos y asumir actitudes degradantes.

“Saber y saberlo demostrar, es valer dos veces.”

un biberón de Coca-Cola al bebé de 3 meses no es tan bueno como la leche materna! Y lo que entra por los ojos también es alimento.